Hace más de 50 años, Don Julio, al igual que Juan de Santander, comenzó una gran aventura, se embarcó en una extraordinaria travesía. Desde entonces hemos sido muchos los que nos hemos embarcado con él, fijando el mismo rumbo, el mismo objetivo: SER PERSONAS, SER BUENAS PERSONAS. El día 11 de febrero hubiera cumplido 94 años, pero hace ya 22 años y medio que nos dejó. Pero sigue con nosotros iluminando a un Centro por el que tanto trabajó y luchó y en el que dejó su espíritu y su corazón.