Olimpiadas matemáticas

Se han celebrado las Olimpiadas Matemáticas, primero en su fase regional y más tarde en su fase nacional. La fase final que se ha celebrado en Vigo ha contado con la presencia de tres alumnos cántabros, Ignacio, Jorge y Luis, que han sido los finalistas de la fase regional.

Luis Crespo, alumno del Centro Social Bellavista Julio Blanco ha obtenido en la fase nacional una de las cuatro menciones de honor que se entregan a los alumnos más destacados de todo el país tras la realización de una prueba matemática individual. Dado el éxito conseguido por nuestro alumno ha sido felicitado por todos los componentes del tribunal y queremos compartir dicha felicitación y unirnos a ella.
 
Acompaña a esta noticia el diario creado por Luis Crespo de cómo ha vivido estos días de competición matemática.
 
26-06-2011
 
A las tres menos veinte de la noche, yo estaba durmiendo profundamente en casa de mi tía. Ella vino a despertarme y no lo consiguió. Ya estaba pensando en echarme un cubo de agua cuando dijo ”Vigo” y yo me desperté. Me subí en el coche de Natalia y a las tres y veinte llegué a la estación de autobuses muy excitado. A las tres y media me subí en el autobús con Ignacio y Jorge, los otros dos representantes de Cantabria. A las seis hicimos una parada en Oviedo para repostaje del autobús y desayuno nuestro. Reanudamos el viaje a las seis y media. Me dormí muy poco y me desperté a las nueve. Estaba destrozado. A las once comí un poco y me recuperé. A la una ya tenía la sensación de vivir en aquel asiento. A las dos y media llegamos a Vigo tras un tedioso viaje de once horas. Estaba un poco cansado del viaje. Nos costó horrores encontrar el centro donde íbamos a pasar la noche y yo me cansé todavía más. Me dieron la habitación y conocí a Miguel y Joan, mis compañeros de habitación. Eran majísimos. Al final del día tuve un espectáculo de magia que me emocionó y me gustó mucho. El mago hacía aparecer dos bolas donde sólo había una y después dos bolas y un huevo y mucho más.
 
27-06-2011
 
Aquel día era el examen. Desayuné allí por primera vez. Llegué a la universidad nervioso,  pero me aburrí mientras hacían una entrevista a un alumno. El examen le hice bien y fue facilísimo para mí. Nos hicieron unas fotos y he salido en el periódico. Por la tarde hicimos una prueba por equipos que me gustó muchísimo.  Después, un cuentacuentos muy divertido.
 
28-06-2011
 
Por la mañana nos fuimos a Santiago y conocimos muchos de sus monumentos. Comimos allí y por la tarde hicimos un paseo matemático. Lo que más me gustó fue una escalera de caracol- triple hélice única en el mundo. En la Catedral vimos moverse el botafumeiro. Gané un premio por deducir en unas baldosas de la plaza Quintana la propiedad del cuadrado de un binomio. Por la noche hicimos la corrección conjunta del examen y lo que yo había hecho estaba perfecto.
 
29-06-2011
 
Natalia me despertó a las seis menos cuarto. Es el segundo día de mi vida por orden de levantarme más temprano a más tarde. Desayunamos a toda mecha y a las siete salimos en autobús a la lonja de Vigo. Llegamos a las siete y media. Según el autobús, había 20 grados a la sombra y 25 al sol, pero hacía tanto viento que yo (y todos nosotros) notábamos 0 grados. ¡Y lo malo era que no nos iban a dar los chubasqueros hasta que entráramos en la lonja! Por fin, nos llamaron a entrar. Nos enseñaron cómo clasificaban los pescados que les llegaban por barco. A las nueve volvimos a desayunar y a las diez menos cuarto fuimos al puerto y cogimos un barco que nos llevó a las islas Cíes. Durante la travesía nos explicaron cosas sobre las islas. Desembarcamos en la isla norte. Caminamos un poco por la isla y pasamos por un puente hasta la isla centro (la única que tiene faro). La excursión fue buena e interesante. En el faro descansamos y a la vuelta comimos. Por la tarde fuimos a la playa. Volvimos en barco. Aunque yo me quemé un poco y el viento se llevó mi visera, aquel día me gustó mucho.
 
30-06-2011
 
Desayunamos y salimos hacia el Parque Castrelos, que también se llamaba Parque Quiñones de León, y allí vi a mis padres por primera vez en seis días. Ellos se pusieron muy contentos de verme. Fuimos al pazo a la entrega de premios. Primero dieron los diplomas de participación y luego las menciones de honor a los cuatro primeros (pensaban que tres, pero hubo un empate en el tercer puesto). Yo me emocioné tanto que casi herví. ¡Al final yo conseguí una mención de honor! Después de esto, me fui con mis padres.
 
CONCLUSIÓN
 
La olimpiada, en general, me ha gustado mucho y me apuntaré el año que viene. Agradezco a mi profesora Natalia que siempre me haya acompañado y haya estado pendiente de mí.