MISA DOMINICAL. 29 Marzo 2015

Aclamemeos al Señor con Acciones

DOMINGO DE RAMOS (B)

“Aclamando con ramos a Jesús”

Amigos:

Hoy comienza la Semana Santa, comienza con esta celebración festiva que recuerda la entrada de Jesús en Jerusalén, donde fue aclamado como rey: “Bendito el que viene”. Después, en el evangelio, leeremos, por primera vez en esta semana, el relato de su pasión y muerte en la cruz.

Nosotros, como la gente de Jerusalén, unas veces aclamamos a Jesús y otras lo olvidamos con facilidad. Esta semana nuestra actitud que no sea de asistir a las celebraciones como “espectador”, sino como alguien que hace suyo estos mensajes y vivencias de la Semana Santa y Pascua.

Para ello hemos hecho el camino de la Cuaresma.

Evangelio según San Marcos 11:1-11

En aquel tiempo, cuando se aproximaban a Jerusalén, estando ya al pie del monte de los Olivos, cerca de Betfagé y de Betania, Jesús envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: "Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; y si alguien les pregunta: '¿Qué están haciendo?', respondan: 'El Señor lo necesita y lo va a devolver en seguida'. Ellos fueron y encontraron un asno atado cerca de una puerta, en la calle, y lo desataron. Algunos de los que estaban allí les preguntaron: "¿Qué hacen? ¿Por qué desatan ese asno?. Ellos respondieron como Jesús les había dicho y nadie los molestó. Entonces le llevaron el asno, pusieron sus mantos sobre él y Jesús se montó. Muchos extendían sus mantos sobre el camino; otros, lo cubrían con ramas que cortaban en el campo. Los que iban delante y los que seguían a Jesús, gritaban: "¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David! ¡Hosana en las alturas!. Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania.

PRIMERA LECTURA

(Filipenses 2, 6-­‐11).

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a  los Filipenses: 

Hermanos:

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango, y tomó la condición de un esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó asta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo ensalzó sobre todo, y todosdebemos aclamar: “Jesucristo es el Señor”.

Palabra de Dios.

LECTURA DE LA PASIÓN DEL SEÑOR