MISA DOMINICAL. 21 Febrero 2016

Este es mi hijo amado. Escuchadlo.
DOMINGO XXVI ORDINARIO (B) DOMINGO II de CUARESMA (C) “No temáis”

En el evangelio de hoy Jesús se nos va a presentar “transfigurado”, es decir, mejorada su figura, más luminosa. Es un hecho que, de alguna manera, prepara la Pascua a la que llegaremos después de la Cuaresma.  “No temáis” nos va a decir hoy Jesús en el evangelio. Estamos recorriendo el tiempo de Cuaresma y puede que nos haya venido una duda: ¿seré yo capaz de seguir más de cerca de Jesús? Ánimo. La celebración de hoy nos ayudará a caminar juntos hacia la Pascua. Amigos, vamos a celebrar. Vamos a participar.

¿Cómo estás llevando este tiempo de Cuaresma? ¿Habéis hecho alguna actividad especial en el Colegio o en la Catequesis? ¿Quizás la Campaña de “Manos Unidas” contra el hambre?  ¿Qué te ha llamado la atención del evangelio de hoy? ¿La habías escuchado alguna otra vez?

 “No temáis”, Jesús siempre animando.  Jesús “transfigurado”, con más luz, resplandeciente…Imagen de lo que iba a ser la resurrección.  Les hace experimentar esto a sus discípulos para que sean capaces de “saber llevar” el dolor y la cruz que van a contemplar en el Maestro. “No tengas miedo”, te dice hoy a ti Jesús.

 PRIMERA LECTURA (Génesis 15, 5-12. 17-18)

Lectura del Libro del Génesis: En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo:

- Mira al cielo, cuenta las estrellas si puedes.

Y añadió: - Así será tu descendencia.

Abrán creyó al Señor y se le contó en su haber.

El Señor le dijo: - Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los Caldeos para darte en posesión esta tierra.

Aquel día el Señor hizo alianza con Abrán en estos términos: - A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río.

Palabra de Dios.

EVANGELIO (Lucas 9,28-36).

Jesús transfigurado.

NARRADOR Lectura del santo evangelio según san Lucas. En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:

PEDRO Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

NARRADOR Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:

PADRE Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.

NARRADOR Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.

Jesús se acercó y les dijo:

JESÚS Levantaos, no temáis.

NARRADOR Al alzar los ojos no vieron a nadie más que a Jesús, solo.

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les dijo: JESÚS No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.

NARRADOR Palabra del Señor