MISA DOMINICAL. 13 Marzo 2016

“Tampoco yo te condeno. Vete en paz”.

Aunque ya falta poco para la fiesta de Pascua, la Iglesia nos anima a seguir todavía en una actitud de mejora. La Palabra de Dios nos ha ido acompañando durante la Cuaresma y nos sigue invitando a superar nuestros pecados, pedir perdón y participar de la alegría de la Pascua. 

PRIMERA LECTURA

(Filipenses 3, 8-14)) Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses Hermanos: Todo lo estimo pérdida, comparado con la gracia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en él. Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

EVANGELIO

(Juan 8, 3-11).  Lectura del santo evangelio según San Juan En aquel tiempo, los escribas y fariseos le trajeron a una mujer sorprendida en adulterio, la pusieron en medio y le preguntaron:

“Maestro, en la ley de Moisés se nos manda apedrear a las adúlteras; tú ¿qué dices?”.

Le preguntaban esto con mala idea, para tener de qué acusarlo. Jesús se inclinó y se puso a escribir en el suelo. Como insistían en la pregunta, se incorporó y les dijo:

“Quien de vosotros esté sin pecado, que tire la primera piedra”.

De nuevo se agachó y seguía escribiendo en el suelo. Ellos se fueron retirando uno a uno, empezando por los más ancianos. Jesús se quedó solo y la mujer en el centro, de pie.

Se incorporó y le preguntó: “Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?

Ella respondió: “Nadie, Señor”.

Y Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante, no peques más”.

Palabra del Señor.