Capítulo 6º: Padres de los alumnos

  1. Consideramos a los padres como los primeros y principales educadores de sus hijos. Tienen, por ello, el derecho y el deber ineludibles en por ello, el derecho y el deber ineludibles en esta tarea. El Centro difícilmente podrá suplir su labor.
  2. Los padres que han confiado sus hijos a nuestro Centro por razón de su identidad, tienen una responsabilidad particular. El Centro necesita de manera especial apoyo y colaboración de estos padres, que deben velar para que mantenga y actualice constantemente el tipo de educación que se ha comprometido a ofrecer la sociedad.
  3. Las familias que no pudiendo hacer uso de su libertad han acudido a nuestro Centro por razones ajenas al CARACTER PROPIO,  saben que éste, respetando el pluralismo, acogerá a todos los alumnos sin distinción. Al mismo tiempo que exige respeto al CARACTER PROPIO de nuestro Centro.
  4. Alentamos el movimiento asociativo de los padres y deseamos que, de acuerdo con la naturaleza propia del Centro, tenga carácter católico.
  5. Su participación ha de ser también activa partiendo de un apoyo real a los principios educativos que informan el CARACTER PROPIO del Centro. Participación que tiene sus propios limites en lo que a pedagogía y didáctica se refiere, de acuerdos con las leyes.
  6. Consideramos importante la formación permanente y por ello favorecemos la Escuela de Padres como medio idóneo para llevar a cabo una acción formativa con los padres, que redunde en bien de los educandos, sus hijos.

Así mismo se favorecerá todo lo que pueda suponer enriquecimiento pastoral y humano con el fin de ampliar nuestro radio de acción.